Mi formación como diseñadora de moda fue en el Instituto Europeo de Diseño de Barcelona.
Recuerdo esa etapa de mi vida tan dulce como sacrificada. Barcelona es un lugar ideal para estudiar diseño, porque la ciudad misma respira moda, emprendimiento y creatividad por los cuatro costados. Si necesitas inspiración basta con darte un paseo y vuelves lleno de nuevas ideas.
Pero a la vez fue una etapa muy dura, de mucho trabajo, esfuerzo, pocas horas de sueño e incluso a veces, lágrimas de frustración. Sin embargo todo eso mereció la pena, porque seguro que si no hubiera tenido profesores tan exigentes no habría aprendido ni la mitad de lo que lo hice.
Recuerdo a mi tutor, Francesc Grau, rechazando diseños y pidiéndome más, “Aranosa quiero más, más investigación, más materiales, más color, más…” y yo al borde del colapso. Pero vuelvo a repetirlo, mereció la pena. Nada grande se consigue sin un gran esfuerzo.
Así que su queréis ver el resultado de tanto trabajo, os enseño la tesis final (presentada ante un tribunal de expertos en moda que me hicieron sudar bastante). Se llama Dolce África y fue creada a partir de tejidos africanos e inspirada en la Italia de los años 50.
¡Que la disfrutéis!
Muchas gracias. ?Como puedo iniciar sesion?
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